sábado, 8 de enero de 2011

Un ciudadano por encima de toda sospecha

Ernesto Ekaizer (Público)

Tema: Política

Felipe González y Mariano Rajoy coinciden en una cosa: la crisis abierta por el enfrentamiento entre Francisco Álvarez-Cascos, la dirección nacional del PP y la provincial de Asturias es "irrelevante". Según explicó ayer el ex presidente de Gobierno en Málaga, en la presentación de la candidata del PSOE a la alcaldía, no será la primera vez que surgen pequeños partidos liderados por ex políticos. "Lo peor que puede pasar a alguien en política es que se crea imprescindible. Los cementerios están llenos de imprescindibles", señaló.

Hay que reconocer que tiene su miga invitar a un personaje como Felipe González para que te haga la campaña de lanzamiento y que diga a tus invitados cosas como estas: "No me quita el sueño que gane la izquierda o la derecha sino que no sepan qué hacer con España". González se presenta, pues, como un "ciudadano por encima de toda sospecha".

Problema: si a estas alturas presumen de algo los dos partidos a los que González achaca esa presunta ignorancia, es que están de acuerdo en lo mismo: el ajuste fiscal, la reforma laboral, el cambio de la negociación colectiva, la reforma de las pensiones. Que se lo pregunten si no a Valeriano Gómez, reunido en la clandestinidad con los dirigentes sindicales para "pactar" el retraso de edad de jubilación de 65 a 67 años, una medida que sigue al pie de la letra la reforma aprobada por la coalición CDU-SPD (Merkel-Steinmeier) en Alemania en 2006.

Es decir: algunas de esas "malditas reformas necesarias", según González, "desde hace diez años"; esto es, desde 2001. Es verdad que el PP se aprovecha y deja que la factura corra a cargo de Zapatero y el PSOE. Pero los dos partidos están por la labor, uno en el tajo y el otro, en calidad de rentista.

Pero quizá lo más interesante es esta cuestión de lo que es relevante en política y lo que no lo es. En los últimos tres meses, dos de los grandes titulares que ha dado González en sus entrevistas se referían a la misma obsesión: volar o no volar el coche en el que unos terroristas se dirigen a cometer un atentado, como por ejemplo el de Hipercor. "Pues probablemente sí", contestó el ex presidente. Es decir: lo hubiera hecho de disponer de la información para hacerlo. Por esta vía se coloca uno en la lógica del ex presidente George W. Bush sobre la aniquilación de los terroristas. O la utilización de la tortura para salvar vidas.

Las confesiones de diván, pues, son relevantes. La prueba es que se han sucedido con mes y medio de diferencia. La crisis de Asturias, para tomar un ejemplo de estos días, en cambio, no es relevante. Nadie es imprescindible. ¿Lugares comunes? Qué va. Fino análisis de la realidad.

González no dio su apoyo a la maniobra para apartar a Tomás Gómez como candidato a presidente de la Comunidad de Madrid aun cuando su relación con Trinidad Jiménez era y es excelente. Mantuvo un discreto silencio sobre el tema, pero envió mensajes contrarios a la operación.

Pero, en el caso de la crisis abierta en Asturias, las impresiones de González son muy cortas. En un partido donde algunos dirigentes admiten que Francisco Camps será, por decisión de Rajoy, el candidato a la Comunitat Valenciana "incluso desde la cárcel", para dar una idea extrema y grotesca de una decisión ya adoptada, el pulso de Cascos supone un desafío cuyo recorrido potencial es cualquier cosa menos irrelevante.

No hay comentarios:

Publicar un comentario