jueves, 4 de noviembre de 2010

El etarra deportado Cubillas declaró como testigo en la Fiscalía venezolana


Tema: Izquierda Abertzale

El etarra deportado Arturo Cubillas, reclamado por España por presuntos nexos con ETA y las FARC, declaró hoy como testigo ante un fiscal venezolano que investiga la causa abierta el mes pasado a petición suya.

Fuentes de la Fiscalía Décima Nacional, ante la que había sido citado, declararon a Efe que el magistrado Richard Monasterio tomó declaración en la sede del Ministerio Público, en el centro de Caracas, al etarra deportado en 1989 a este país, cuya extradición solicitó la semana pasada el Gobierno español.

Cubillas, contra el que dictó una orden de captura un juez español en marzo pasado, entró y salió de la sede de la Fiscalía sin que le pudieran ver los numerosos periodistas nacionales e internacionales apostados frente a la puerta del edificio.

Horas después de la declaración, confirmada por las fuentes judiciales, se seguía sin conocer el contenido de la misma o detalles de la comparecencia, que, según algunos medios venezolanos, duró hora y media.

Medio centenar de militantes de colectivos radicales venezolanos, considerados afines al "chavismo", acudieron también a la sede para expresar su solidaridad con el etarra deportado, con pancartas y gritos de "No a la extradición" y "A Venezuela se le respeta".

Los manifestantes, de la Coordinadora Simón Bolívar y otros colectivos, denunciaron una "campaña mediática" de la prensa internacional y de medios nacionales contra Venezuela y Cubillas.

Entre las personas presentes a la puerta de la Fiscalía estaba también la esposa del etarra deportado, Goizeder Odriozola, periodista venezolana de origen vasco que trabaja en el despacho de la Vicepresidencia venezolana, aunque se negó a hacer declaraciones.

Según medios locales, Cubillas consiguió eludir a los periodistas locales e internacionales que le esperaban saliendo por una puerta trasera del edificio o por el garaje, pese a estar también vigilado por algunos reporteros.

La cadena de televisión multiestatal Telesur, con sede en Caracas, publicó hoy en su página web una entrevista de Cubillas en la que éste afirma que ha sido de "la izquierda independentista vasca" y que sigue siendo de "la izquierda vasca", y añade que "ser de izquierda vasca no significa ser de ETA".

En esa entrevista, de la que no se publican imágenes, el etarra deportado añade que "era militante de la izquierda independentista vasca y me sigo considerando militante de la izquierda vasca y no tengo porque ocultar eso en ningún momento".

En esas declaraciones denuncia una "campaña (...) que no va a terminar porque realmente los objetivos son otros. Los objetivos no son Arturo Cubillas, ni son los vascos en Venezuela, es (el presidente venezolano, Hugo) Chávez".

Señala también que sus abogados han hecho tres solicitudes a la Fiscalía venezolana, entre ellas investigar las "supuestas declaraciones que habían dado estos dos supuestos etarras detenidos, porque realmente entendemos que todo esto se basa en esas supuestas declaraciones".

"Yo creo que realmente hay que empezar por allí primero, por ver si esas declaraciones realmente existieron, si realmente son verdad y si habían sido obtenidas bajo tortura", añade al aludir a afirmaciones de dos presuntos etarras detenidos en España que le señalaron como instructor suyo en Venezuela en 2008.

Al ser preguntado sobre cómo se siente cuando le consideran terrorista, Cubillas responde que se le ha llamado así a mucha gente, y cita como ejemplo a Nelson Mandela, del que dice que muchos le llamaron "asesino y terrorista" y "luego le dieron la mano y un premio Nobel".

También afirma estar seguro de que algún día volverá al País Vasco y de que la causa contra él terminará "en nada, porque no hay nada".

Al anunciar la semana pasada la comparecencia de Cubillas, la fiscal general de Venezuela, Luisa Ortega Díaz, informó de que iba a declarar como testigo "con la finalidad de que aclare algunos elementos y así poder obtener la mayor información necesaria" para "esclarecer los hechos en los que se le ha relacionado".

El etarra deportado, que pidió ser investigado en Venezuela al alegar "indefensión" ante las acusaciones contra él, ha sido citado a declarar como imputado en España por el magistrado Eloy Velasco el próximo 14 de diciembre.

El juez, que investiga una presunta alianza entre la organización terrorista ETA y la guerrilla de las Fuerzas Amadas Revolucionarias de Colombia (FARC), emitió en marzo pasado una orden de captura contra Cubillas, que tiene nacionalidad venezolana y trabaja para un ministerio de este país.

La izquierda abertzale aplaude la «nueva terminología» de Zapatero


Tema: Izquierda Abertzale

Debate sobre el fin del terrorismo.

Batasuna se felicita de que el Gobierno haya «reconocido» su cambio de orientación.

Jáuregui afirma que el entorno de ETA «no estará» en las urnas en los comicios del 2011.

A la izquierda aberzale le gusta la «nueva terminología» que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha empleado recientemente para referirse a los movimientos producidos en el entorno de la ilegalizada Batasuna. Así lo aseguró ayer Santi Kiroga, uno de los más destacados portavoces del independentismo radical, en referencia a la afirmación de Zapatero de que los últimos pasos de los representantes de la izquierda aberzale para marcar distancias con ETA «no van a ser en balde». Un «nuevo discurso» que, a juicio de Kiroga, demuestra que el Ejecutivo central «no ha tenido más remedio que reconocer los cambios objetivos» que han tenido lugar en el universo batasuno.

Los parabienes del portavoz aberzale se producen en un momento en el que el Gobierno trata de matizar aquella controvertida declaración del presidente asegurando, por activa y por pasiva, que los pasos son, en cualquier caso, insuficientes y que Batasuna no puede aspirar a reintegrarse en la vida democrática si antes no rompe de forma inequívoca con ETA o fuerza a la banda a echar el cierre definitivo. El ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, dio ayer un paso más en ese sentido y aventuró que Batasuna tiene nulas posibilidades de concurrir a las elecciones municipales y autonómicas del 2011.

- La condena.

«Mi opinión es que no estarán- declaró el ministro a Antena 3-. Como dijo ayer [por el martes] el presidente del Gobierno, los movimientos y declaraciones de Batasuna no bastan, no sirven. Solo si ETA desaparece o ellos [la izquierda aberzale] rechazan y condenan absolutamente la violencia, será posible un cambio en la estrategia».

La condena de la violencia es, sin embargo, un compromiso que por ahora Batasuna no está dispuesta a asumir. De ahí que Santi Kiroga diera ayer una respuesta repleta de evasivas cuando se le planteó directamente la cuestión. «Se vive un nuevo ciclo, una nueva situación, pero desgraciadamente las preguntas siguen siendo las mismas», apuntó, para señalar a continuación que lo que la izquierda aberzale pretende conseguir es que «no haya absolutamente nada que condenar». la condena, añadió, «es una especie de reflexión que tiene más que ver con lo filosófico, con lo ético, y aquí lo que realmente hace falta son soluciones definitivas».

Ante el alud de declaraciones y especulaciones que ha generado la citada frase de Zapatero sobre los pasos de Batasuna, el lendakari Patxi López hizo ayer un llamamiento a la «unidad» de los partidos para combatir el terrorismo, dijo no entender la «burbuja» que se ha creado en torno a ETA y advirtió que los gobiernos no están «para gobernar con elucubraciones».

Otegi alega que pactó en secreto con el PSOE el mitin de Anoeta

Manuel Marraco (El Mundo)

Tema: Izquierda Abertzale

Sostiene que «conversaciones en aquel momento no públicas hicieron posible el acto» por el que le acusan de enaltecimiento del terrorismo.

Otegi mete al PSOE en el acto de Anoeta.

Alega ante el tribunal que lo juzgará que fue producto de sus conversaciones secretas.

El mitin de Batasuna incluyó la exhibición de fotos de etarras y vivas a la banda terrorista.
El acto de Anoeta que llevará a Arnaldo Otegi al banquillo la próxima semana por enaltecimiento del terrorismo fue producto de las conversaciones secretas entre Batasuna y el PSOE. Ese es el argumento esgrimido por el dirigente abertzale en el escrito de defensa remitido a la Sección Segunda de la Audiencia Nacional, encargada de celebrar el juicio.

«Para que dicha propuesta [de Anoeta] se pudiera presentar», afirma el documento, «fueron necesarias muy diversas conversaciones y acuerdos entre la izquierda abertzale y Partido Socialista Obrero Español, conversaciones en aquel momento todavía no públicas, que asimismo hicieron posible la celebración del acto en el velódromo de Anoeta».

Otegi y los también acusados Joseba Permach y Joseba Álvarez, afrontan una petición fiscal de un año y medio de prisión y 12 de inhabilitación. El Foro Ermua eleva la cifra hasta los dos años de cárcel y 20 de inhabilitación, el máximo legal por el delito de enaltecimiento.

Además de corresponsabilizar al PSOE del mitin de Anoeta, de la breve argumentación de Otegi se desprende claramente la otra clave de su defensa: que se trató de un acto «político». Y para asegurarse de que queda bien claro, el escrito de la abogada Jone Goirizelaia prescinde de cuestiones de estilo y repite una docena de veces la palabra «político» en sus dos primeros párrafos.

«El día 14 de noviembre de 2005 [se refiere a 2004], se celebró un acto de carácter político en el Velódromo de Anoeta. En dicho acto se presentó una propuesta de carácter político que pretendía poner encima de la mesa, en la agenda política un método de solución del conflicto político», dice el dirigente abertzale.

El escrito de defensa de Otegi, aunque anterior en el tiempo, es una variante del «devenir político» con el que hace unos días pretendió, sin éxito, quedar en libertad. Por aquel entonces –finales de 2004–, el Gobierno, el PSOE y Batasuna negaban tajantemente y al unísono que mantuvieran contactos secretos. Apenas seis meses después del acto en el que Batasuna presentó su programa, el PSOE obtenía del Parlamento la autorización para que el Gobierno dialogara con ETA.

De los 12 folios de escrito al tribunal, la defensa de Otegi apenas dedica uno a combatir los argumentos de las acusaciones. El resto se centra en oponerse a la proposición de prueba de la Fiscalía y el Foro Ermua y a proponer la suya propia. Incluyendo la testifical de Jesús Eguiguren, presidente del PSE e interlocutor de las conversaciones secretas a las que se refiere Otegi.

Los acusados reclaman la presencia de otros siete testigos: los batasunos Íñigo Balda e Itziar Aizpurua; el etarra encarcelado Sergio Lazkano, y José Manuel Serra, arrestado como Otegi en la operación contra Bateragune. La lista la completan tres periodistas.

La Sección Segunda consideró «pertinente» la presencia de todos ellos en la vista, al margen de que en los interrogatorios acepte o no que testigos como Eguiguren se pronuncien sobre aspectos políticos ajenos a la exhibición de fotos de etarras y gritos de apoyo a la banda que fundan las acusaciones.

La descripción de hechos que hacen la Fiscalía y el Foro Ermua es muy similar. «El día 14 de noviembre de 2004, sobre las 17.15 horas dio comienzo el acto organizado y promovido por los tres acusados, con carteles de Batasuna cubriendo las vallas interiores del velódromo, así como diversas banderas de la formación ilegal, y su logotipo en el atril de oradores [...]. Se proyectó, en una pantalla gigante colocada al efecto, y con un claro propósito de elogiar y homenajear públicamente a ETA y a sus miembros, un vídeo recopilatorio de detenciones de miembros de ETA, comunicados de la banda, concentraciones a favor de los presos, pintadas alusivas a ETA y una sucesión de imágenes de miembros de ETA ya fallecidos», dice el escrito de la fiscal Teresa Sandoval.

«Tras dichas imágenes la intervención principal fue la del acusado Arnaldo Otegi, el cual comenzó su alocución, de unos 45 minutos, subrayando que era ‘un acto ilegal, de una formación ilegal y con un portavoz ilegal’», añade.

Además de los dos años por enaltecimiento, los acusados podrían resultar condenados por otros tres delitos. El escrito de acusación del abogado del Foro Ermua, Fernando García-Capelo, también les atribuye los de asociación ilícita (por el que pide dos años de cárcel), desobediencia (un año) y quiebra de medida cautelar (multa de 24 meses). Es decir, una petición total, multas aparte, de cinco años de prisión para Otegi, Permach y Álvarez.

No está claro que el Foro Ermua pueda acusar finalmente por esos delitos, ya que la Audiencia –con el respaldo del fiscal– acotó la apertura del juicio oral al enaltecimiento. La asociación discrepa de que esa limitación sea posible y así lo mantendrá el próximo jueves en el juicio.

Los barones del PP respaldan la estrategia ‘tranquila’ de Rajoy

Carmen Remírez de Ganuza (El Mundo)

Tema: Elecciones

El horizonte electoral.

Los ‘populares’ analizan su línea política.

Aprueban que insista en el discurso económico, aunque reclaman más ‘alternativa’ y «no pasar una» ni a Pérez Rubalcaba ni al nuevo Gobierno de la ‘propaganda’.

No hay crítica que sobreviva a una ventaja de 14 puntos en las encuestas. El PP contempla, siempre más confiado que ilusionado, a un Rajoy instalado en su tranquila velocidad de crucero; un Rajoy que sólo ayer, pasados 15 días de la constitución del nuevo Gobierno, entró en la liza de las especulaciones sobre la sucesión de Zapatero para afirmar en TV3 que no ve a Rubalcaba como su futuro oponente porque «le falta poso y sentido de Estado».

Cierto es que en algunos cuadros del partido y de los grupos parlamentarios había cundido en estas semanas una cierta ansiedad. En particular, algunas fuentes no muy alejadas de la dirección nacional se dolían de la desventaja sobrevenida frente a la vuelta del comando Rubalcaba, y de la necesidad de diversificar, con apuestas más contundentes, una oposición demasiado centrada en la economía. Además, se echaba de menos una posición más combativa frente al Gobierno en relación con ETA.

Pero esta inquietud en absoluto alcanzaba a Rajoy, públicamente empeñado en seguir su «propio camino ». A saber: hablar sólo de la crisis, no contestar a las provocaciones y no romper muchos platos, sobre todo en relación con los pactos de Estado y, muy en particular, con el Pacto Antiterrorista.

Lo primero, porque el presidente del PP está convencido de que los millones de parados van a seguir siendo la sangría electoral de Zapatero; lo segundo, porque no quiere volver a caer en la trampa de la crispación en la que el PSOE le enfangó en la anterior legislatura; lo tercero, porque rompiendo la baraja no convencerá al millón de electores despolitizados que, en su opinión, deciden las elecciones.

Curiosamente, los barones del PP avalan el diagnóstico de Rajoy. Los presidentes autonómicos y regionales, consultados por este diario, respaldan la estrategia de «no entrar más de lo indispensable en el juego» de los Rubalcabas de turno e insistir en la crisis.

Eso sí, huyendo de la crítica explícita al líder, algunos de los que se enfrentan a la prueba de las urnas dentro de pocos meses se atrevían a reclamarle una mayor concreción o difusión en su alternativa. Algo que, curiosamente, Rajoy hizo anteayer al apuntar la necesidad de reducir el número de empresas públicas...
- Ramón L. Valcárcel (Murcia): «Es hora de concretar la alternativa».

El presidente de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, discrepa de cuantos, en la propia cúpula de su partido, sostienen que no ha llegado el momento de concretar la alternativa; primero, porque aún falta año y medio para las generales y, segundo, porque el riesgo de asustar al electorado con ajustes poco populares ya lo experimentó James Cameron, con aquella bajada de 20 puntos en las encuestas, en puertas de las elecciones británicas.

Para Valcárcel, las elecciones son dentro de seis meses y, pese a disfrutar de una de las ventajas más claras en las encuestas, no le vendría nada mal un fortalecimiento de la marca PP a través de sus propias propuestas.

«Lo primero que hay que hacer es no entrar al trapo de los meneos que Rubalcaba propine al PP; lo segundo, seguir identificando nuestra política con los problemas de los españoles, y lo tercero, empezar ya a desgranar la alternativa, con mucha pedagogía». Según Valcárcel, la política energética, la reforma financiera y la política fiscal son, por este orden, las tres materias por las que el PP debería empezar a concretar sus propuestas antes de los comicios de mayo, si bien admite que «la administración de los mensajes y el momento de lanzarlos son cosa de Rajoy».

No le importa demasiado al presidente de Murcia que Zapatero «se esconda» ahora tras Rubalcaba porque cree que eso sólo «perjudica al PSOE» porque «transmite miedo».

Respecto a la vuelta de ETA a la agenda política, el presidente murciano admite que «se han activado todas las alarmas» y apuesta por que Rajoy «lleve el asunto al Congreso y hasta provoque un encuentro al efecto con el presidente del Gobierno», pero, eso sí, procurando en todo momento no promover una ruptura en este terreno.
- Antonio Basagoiti (País Vasco): «No hay que pasar ni una a Rubalcaba».

El presidente del PP del País Vasco es de los pocos que, pese a declarar su lealtad a Rajoy, se atreve a apostar por una mayor beligerancia en su labor de oposición y la de su equipo. «Este Gobierno va a hacer más política», argumenta, «y al PP le corresponde hacer más política».

Sus palabras, pues, no son una crítica sino un pronóstico: «Estoy convencido de que va a haber más combate político por parte del PP y que no se va a conformar con hablar de economía. Una cosa es lo que Rajoy dice que va a hacer y otra, lo que haga; una cosa es que él se mantenga por encima de las patrañas del Ejecutivo, y otra, que lo esté su equipo. Además, las estrategias no se cuentan», dice Antonio Basagoiti, para añadir: «Yo creo que el PP va a dar la batalla», muy en particular, frente a Rubalcaba: «No hay que pasarle ni una. Lejos de ignorarle, hay que deshacer sus patrañas, y ser muy contundente con él». Y ello, en el bien entendido de que «el objetivo sigue siendo Zapatero, y Rubalcaba sólo forma parte de él».

Para Basagoiti, a diferencia de otros barones del PP, la alternativa es una cuestión todavía secundaria: «Siempre es bueno plantear la alternativa, pero el momento idóneo para ponerla encima de la mesa es el final de la legislatura».

Sólo hay una cosa en la que se muestra reivindicativo: «Rajoy debe ser duro y exigente sobre ETA». El inventor de la idea de la cuarentena frente a la eventual vuelta de Batasuna a las instituciones pide a su partido que introduzca este asunto en la actual agenda política, pero «no por estrategia, para desgastar al Gobierno, sino para que no vuelva a meter la pata y advertirle de las consecuencias». Y es que, como dice Imbroda, para Basagoiti, los socialistas «no son de fiar» en este terreno.
- Juan José Imbroda (Melilla): «Hay que contestar a las acusaciones».

El presidente de Melilla, Juan José Imbroda, es combativo por temperamento. Así que no es de extrañar que reclame elevar el listón de la réplica al nuevo Ejecutivo socialista. En particular, Imbroda echó de menos que la dirección del PP no contrapusiera las críticas socialistas al alcalde de Valladolid con el recuerdo de la campaña sufrida por las mujeres policías en la frontera con Marruecos.

«Aquello se tenía que haber puesto encima de la mesa», declara, al tiempo que se dice partidario de «contestar a las acusaciones»; eso sí, con un «lenguaje moderado» y cuidado de no caer en «la gresca», porque «hay mucha gente de centro que no la quiere».

Por otra parte, el presidente de Melilla también se atreve a reclamar que «si como parece, hay conversaciones en torno a ETA que el PP desconoce, Rajoy debería llevar este asunto al Congreso». «Hay que denunciarlo, no nos vayan otra vez a engañar. Yo no me fío del Gobierno. No hay más que leer la prensa», dice con el máximo desparpajo.

No obstante, Imbroda está muy de acuerdo con Rajoy en que mientras Zapatero continúe al frente «todo sigue igual» en el Gobierno, y que el PP debe centrarse en «sacar las verdades de la economía y no dejarse liar con otros debates; por ejemplo, sobre si el candidato socialista «va a ser Zapatero, Rubalcaba, Blanco o la Piquer». No cree que Rubalcaba suponga un problema para el PP, porque «comienza con más lastre que Zapatero y se va a seguir quemando». «El adversario sigue siendo Zapatero», insiste.

También respalda el «acento económico de la alternativa». Y, en todo caso, se muestra más que tranquilo en torno a las expectativas del PP: «Con 13 puntos por encima y la EPA bajando, éstos no levantan cabeza », afirma. «Además», añade, «con Rajoy no tengo dudas».
- Pedro Sanz (La Rioja): «Hay que amplificar las propuestas».

El decano de los barones populares, Pedro Sanz, también se apunta a la fila de los satisfechos con la estrategia de un Rajoy indiscutido. Coincide con Aguirre en que «Rajoy tiene que seguir haciendo lo que hasta ahora». Y coincide con Feijóo en que «en la Historia de la Democracia nunca había habido tanta inestabilidad en los equipos de Gobierno».

No obstante, el presidente de La Rioja apunta tres prioridades. La primera, poner en evidencia al Gobierno por buscar «el maquillaje» y la «manipulación», a través de Rubalcaba. Y, en este sentido, Sanz no renuncia a ninguna táctica: bien romper el «escudo» que Zapatero se ha construido con su nuevo hombre fuerte, bien esquivarlo, según los casos. La segunda pauta es insistir en la culpabilidad del propio Zapatero en la falta de política económica frente a la crisis. La tercera, es «amplificar la alternativa» del PP.

A diferencia de Valcárcel, el riojano cree que las propuestas del PP no necesitan concreción sino «difusión». Pero está de acuerdo con el presidente de Murcia en que éste es justo el momento de insistir en ellas, para que los ciudadanos sepan cómo «el PP va a tener que construir lo que el PSOE ha destruido en estos años».

Así que, por resumir sus recetas en dos, Sanz propone «leña a Rubalcaba y a Zapatero », según lo requiera el caso, y la venta de «nuestro proyecto», sin entrar en los «juegos de otros». Tampoco en el de la sucesión en el PSOE. A su juicio, Zapatero sólo se presentará «si le conviene» y, por eso, «lo más seguro es que lo deje». En todo caso, no cree que el sucesor sea Rubalcaba, pese a que ahora «quiera comerse el mundo», porque no sería un cartel suficientemente «amable».

En cuanto a ETA, la fórmula de Sanz es clara: apostar ante el Gobierno por la cuarentena alumbrada por Basagoiti.
- Esperanza Aguirre (Madrid): «Seguir como hasta ahora».

En la misma línea continuista que la mayoría de sus colegas, pero mucho más contundente si cabe, se manifiesta la presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre, para quien «el PP debe seguir como hasta ahora». Una sentencia que la baronesa del PP justifica en la actual ventaja demoscópica de su partido: «La prueba son los 14 puntos de distancia en las encuestas».

Aguirre discrepa incluso de quienes achacan a Rajoy un pretendido perfil político plano. «No hay más que ver la pasada sesión de control, en la que se dio más leña que a una estera a Rubalcaba». La dirigente popular cree que las cosas se están haciendo bien. Además, coincide con los demás barones en que «no ha cambiado nada en el nuevo Gobierno, salvo la propaganda».

Ni siquiera aboga por introducir el asunto de ETA en la agenda política del PP. La presidenta de Madrid, firme partidaria de la propuesta de Basagoiti de someter a la izquierda abertzale a una cuarentena de cuatro años antes de examinar su eventual regreso a las instituciones, asegura que «es Rajoy quien tiene más información para saber lo que tiene que hacer».
- A. Sánchez-Camacho (Cataluña): «Economía, economía».

En plena campaña a la Generalitat, la presidenta y candidata del PP de Cataluña, Alicia Sánchez-Camacho, apenas ha reparado en el cambio de Gobierno. En su opinión, sólo se ha tratado de un movimiento «estratégico», de «márketing típico», únicamente concebido por Zapatero para «evitar la crisis en el PSOE» y darse «aire y tiempo» a sí mismo. Algo que apenas se ha concretado en un «cambio de caras», y que no sólo «no resuelve el problema del paro, la crisis y el cierre de empresas», sino que no conlleva ningún cambio de política, como se ha visto en el nombramiento del ministro de Trabajo, quien «ni siquiera va a impulsar otra reforma laboral».

Así que, a falta de cambios dignos de atención, apuesta por seguir «firmes» en el discurso económico y en la presentación de propuestas alternativas, que según asegura, ella plantea a diario; o sea, economía, economía, economía y, eso sí, «no pasar una al PSOE y contestar cuando se nos ataque».

Sobre ETA, según Sánchez-Camacho, al PP le corresponde «seguir vigilante», pero la prioridad en la estrategia del PP ha de seguir siendo la economía.
- Alberto Núñez Feijóo (Galicia): «¿Cuál es la novedad?».

«¿Cuál es la novedad? Tal vez, la de que nunca en España se hizo un cambio para tapar al presidente del Gobierno». Con estas palabras, el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, se coloca en el discurso mayoritario: que no hay que cambiar la estrategia porque, pese a las apariencias, nada ha cambiado.

«La crisis de Gobierno», dice Feijóo, «es eso, una crisis, y que la gran novedad sea poner a Rubalcaba se comenta por sí solo. Con frases ingeniosas no se solucionan ni una biografía política ni la crisis o el deterioro de un Gobierno». El presidente gallego no tiene duda acerca de la «experiencia de Rajoy» para encarar al «tercer Gobierno ya en 30 meses», y aplaude su lineal hoja de ruta: contra la política económica y contra Zapatero. «Rubalcaba ha venido a tapar la realidad de la crisis, igual que lo hizo en la etapa más oscura del socialismo, con Felipe González». Así que apoya la fórmula: «Centrarse en la crisis y no perder el tiempo con los ministros».

En cuanto a ETA, «Rajoy tiene todo el apoyo para decirle a Zapatero lo que considere oportuno». Su opinión, en todo caso, es que «ETA tiene prisa, el Estado de Derecho, no».
- Juan V. Herrera (Castilla y León): «No a la trampa de la confrontación».

El presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, reconoce que el cambio de Gobierno «preocupó» a algunos de sus «amigos» en el PP, que en seguida reclamaron nuevas respuestas a lo que él mismo adelantó como un simple «golpe de efecto» y de «distracción» de los Presupuestos. «Todo menos dejarnos condicionar por los estertores estéticos de un Gobierno en caída libre», dijo.

En su opinión, «todo ha vuelto rápidamente a una situación similar a la anterior a la reestructuración», esto es, a la evidencia de la crisis y la debilidad del Gobierno, después de unos breves días en que éste ha ensayado «la confrontación». Jefe de filas del alcalde de Valladolid, cuyas declaraciones han sido convenientemente «estiradas» por los socialistas, «pese a haber pedido perdón», Herrera apuesta por la «tranquilidad» como mensaje básico del PP. «La sociedad», argumenta, «está harta de confrontación. No hay que caer en la trampa». Además, comparte la necesidad de «afinar» la alternativa, pero cree que los españoles «ya la tienen asumida» desde 1996. En cuanto a ETA, es el más tajante en pro de la «unidad» entre Rajoy y Zapatero.

Alonso amenaza ahora con el fin del Estado de bienestar si gana Rajoy


Tema: Elecciones

El PSOE sigue explotando la supuesta «agenda oculta» que tiene el PP para cuando llegue al Gobierno. Ayer, su portavoz en el Congreso, José Antonio Alonso, detalló que la Ley de Dependencia correría un «peligro mortal» si Mariano Rajoy llega al Gobierno en 2012 porque tiene el propósito de «desmantelar el Estado de Bienestar» con la excusa de reducir gasto público. Alonso, en declaraciones a la SER, insistió en que Rajoy oculta a los españoles que quiere poner en práctica «las mismas políticas» que el primer ministro británico, el conservador David Cameron, incluida una «fuerte privatización» de la educación y la sanidad públicas. «Se cargaría la Ley de Dependencia sin duda alguna y, además, va a desmontar el Estado del Bienestar y hará que el que tenga dinero pueda pagarse la Sanidad, la Educación y otros servicios esenciales y el que no lo tenga que se aguante, que se fastidie y que arreé con servicios públicos devaluados o, incluso, inexistentes», señaló Alonso.

El portavoz socialista admite que Rodríguez Zapatero sufre un «castigo político durísimo», que se refleja en los malos datos de los sondeos, pero cree que es «el mismo» de otros dirigentes como Barack Obama, Angela Merkel o Nicolás Sarkozy. A diferencia de Rajoy, Zapatero se desgasta por defender unas políticas necesarias en España, mientras que el PP intenta aprovechar la crisis para llegar al Gobierno sin importarle lo que les pase a los españoles.

- «Retroceso neocentralista».

Además del portavoz socialista, el vicepresidente tercero del Gobierno, Manuel Chaves, también alertó contra el «neocentralismo» de los populares. Les acusó de querer dar «marcha atrás» en el proceso democrático promoviendo un «retroceso neocentralista» que pretende «reordenar» el Estado de las Autonomías, algo que sólo puede hacerse reformando la Constitución. A su juicio, el Estado de las Autonomías ha sido «uno de los grandes aciertos» en la historia de España, aunque el PP se sienta «incómodo» en ese marco.

Por su parte, el presidente del PP, Mariano Rajoy, aplacó el entusiasmo que en determinados ámbitos políticos ha despertado la unción de Alfredo Pérez Rubalcaba de un amplio poder gubernamental y, posiblemente, también socialista, puesto que la reciente remodelación del Gobierno ha sido interpretada en clave sucesoria de Zapatero. Rajoy, que sigue su ronda de visitas a Cataluña con motivo de las próximas elecciones autonómicas del 28 de noviembre, cree que Rubalcaba «sirve para muchas cosas», pero «le falta sentido de Estado» para ser el candidato del PSOE en las generales.

Aunque el dirigente popular precisó que la sucesión de Zapatero no le concierne, sí descartó cualquier tipo de temor a que Rubalcaba sea su rival en las urnas. Muy lejos de las opiniones elogiosas sobre el nuevo vicepresidente primero vertidas por algunos dirigentes populares, Rajoy cuestionó la capacidad del número dos del Ejecutivo español para ser presidente durante una entrevista emitida por TV3, en la que, dijo, la prioridad de su partido es buscar una salida a la crisis. En este sentido, lamentó los «datos malos» que vuelven a arrojar los índices de paro e insistió en su receta para reincentivar la economía: reducción de la administración, ayudas a las pequeñas y medianas empresas e invertir en innovación y educación. Precisamente ayer, Rajoy visitó el supercomputador «MareNostrum», situado en el Centro Nacional de Supercomputación de la Universidad Politécnica de Barcelona, un proyecto que impulsó el Gobierno de José María Aznar.

El PSOE asume el coste político de vetar el debate sobre las pensiones


Tema: Pensiones

El PP presenta una reclamación.

Entre dejar al Partido Nacionalista Vasco solo ante su contradicción o asumir el coste político de vetar las enmiendas que exigían la renuncia a congelar las pensiones, el PSOE se decidió por la segunda opción. Resultado: serio malestar entre los diputados que ayer perdieron casi ocho horas en el debate de unas iniciativas sobre las que recaía el posible veto del Ejecutivo y, por lo tanto, tenían serias posibilidades de no llegar vivas a la votación.

Al final, fueron 22 las enmiendas vetadas por el Gobierno. La principal, apoyada por el PP, IU, Esquerra, Iniciativa, el Bloque Nacionalista Gallego, Nafarroa y Unión para el Progreso y la Democracia, se orientaba a posibilitar el año que viene la revalorización de las pensiones conforme a los compromisos contraídos en el Pacto de Toledo. El Gobierno podría haber enterrado estas enmiendas con el apoyo del PNV, pero hubiera supuesto para los nacionalistas vascos un enredo notable, pues en su día apoyaron sendas mociones en contra de la congelación de las pensiones. Ayer, el Gobierno libró al PNV de retratarse en su contradicción. Cristóbal Montoro, Fátima Báñez, Álvaro Nadal y Vicente Martínez Pujalte hablaron en nombre del PP y calificaron de "ultraje" y "tropelía" el paso dado por el Gobierno. El informe del veto llegó a las cinco de la tarde, cuando los diputados ya habían debatido largo y tendido las enmiendas. Si este veto hubiera madrugado, hubiera ahorrado a los parlamentarios mucho tiempo de debate estéril.

- Enmienda con minoración.

PP presentó una reclamación ante la Mesa del Congreso en protesta por lo sucedido. En esta ocasión, la enmienda no suponía aumento de gasto alguno porque incorporaba una minoración acorde con el coste de revalorizar las pensiones el 1%: 750 millones de euros. Pero el Gobierno optó por no meterse en este jardín y prefirió asumir el coste político de vetar estas enmiendas.

Algo similar sucedió el año pasado, en este caso con la oposición del Partido Popular a la subida del IVA que entró en vigor en julio.

- Más facilidades para la pensión de autónomos.

Los trabajadores autónomos podrán aumentar la base de la cotización hasta los 48 años, frente a los 45 actuales, gracias a una enmienda pactada ayer por el PSOE con el PP, CiU, ERC e IU-ICV durante la tramitación de los Presupuestos de 2011 en su fase de comisión.

Mediante esta medida, se amplían en tres años los plazos de que disponen estos trabajadores para poder aumentar su pensión.

Inicialmente, la norma preveía que la base de cotización de los autónomos que el 1 de enero de 2011 tengan menos de 45 años será la elegida por ellos dentro de los márgenes legales.

Con el cambio introducido ayer en el Congreso aquellos que no lleguen a los 49 años podrán elegir una base superior para tener acceso a una prestación mayor.

Zapatero evita al PNV tener que apoyar la congelación de pensiones


Tema: Pensiones

Presidencia veta 22 enmiendas de la oposición a los Presupuestos de 2011.

Favor por favor. El Gobierno de Zapatero evitó ayer al PNV el mal trago de tener que retratarse ante la congelación de pensiones, que antes rechazaba de plano y ahora apoya porque forma parte del pacto presupuestario con el PSOE. A pesar de contar con mayoría para derrotar la enmienda de la oposición que pedía dejar sin efecto la medida más polémica del tijeretazo social, el Ejecutivo optó por la vía rápida y anunció el veto a esa iniciativa y a otras 21 propuestas de modificación de los Presupuestos de 2011. Un veto que, en la práctica, significaba que el Congreso no podría debatir ni votar esas enmiendas. El gesto del Gobierno fue todo un alivio para el partido de Urkullu, que sabrá corresponder a Zapatero con su fiel apoyo hasta las elecciones.

En la Comisión de Presupuestos hubo una bronca interesante a propósito de estos vetos, que eran un recurso totalmente excepcional antes de esta legislatura, y que desde 2008 el Gobierno utiliza de forma habitual. Se trata de una figura recogida en el artículo 134.6 de la Constitución, que establece que toda proposición o enmienda que suponga aumento de los créditos o disminución de los ingresos presupuestarios requerirá la conformidad del Gobierno para su tramitación. Basta que el Ejecutivo considere que una enmienda cumple uno de esos requisitos para que prohíba su debate y asunto zanjado. Los últimos vetos de Presidencia afectaron a tres proposiciones de ley (PP, CiU y ERC) dirigidas también a dejar sin efecto la congelación de pensiones de 2011. Y ahora han llegado otros 22.

Pero la bronca se produjo ayer porque el debate presupuestario se abrió a las 10 de la mañana sin tener noticia de la decisión del Gobierno respecto a las 300 enmiendas (de un total de 3.005) sobre las que se tenía que pronunciar. Se sabía, sin embargo, que el anuncio de los vetos llegaría a lo largo del día, y entonces surgió la duda: ¿Puede vetarse una enmienda cuando ya se ha debatido en el Parlamento? De hecho, la discusión sobre la propuesta de derogar la congelación de pensiones se desarrolló por la mañana con normalidad. Y no fue hasta las 16.25 horas cuando el Ministerio de Presidencia remitió el escrito de los vetos al Congreso, que afecta a ocho enmiendas del PP, cuatro de CiU, seis de ERC-IU-ICV, dos del BNG y dos conjuntas de toda la oposición.

- «Es un ultraje».

El PP habló de «ultraje» y «falta de respeto monumental» del Ejecutivo contra el Legislativo, como apuntó Fátima Báñez. El resto de los grupos vetados no se quedaron atrás. Gaspar Llamazares subrayó que el Gobierno prefiere «los vetos a los votos para pasar por encima de los pensionistas».

Los populares anunciaron un escrito de protesta ante la Mesa, que preside José Bono, por lo que consideran un «atropello». Los servicios jurídicos de la Cámara determinaron que el Gobierno había cumplido el plazo legal previsto, pero el PP replicó que en ese caso el debate debía haberse aplazado. «No somos una tertulia política. Somos el Parlamento», dijo Vicente Martínez Pujalte. El PSOE criticó la «sobreactuación» del PP.

Al final, las enmiendas afectadas quedaron excluidas de la votación. El Gobierno no llegó a tiempo de evitar el debate sobre la congelación de pensiones, en el que no participó el PNV, pero sí frenó una votación que dejaba al desnudo el discurso de cada cual.

Gobierno y PNV imponen que no se vote contra la congelación de las pensiones


Tema: Pensiones

Se vetan las enmiendas de la oposición tras iniciarse el debate de Presupuestos.
El Gobierno evitó ayer a sus socios del PNV y de Coalición Canaria el mal trago de tener que desdecirse de votaciones anteriores para apoyar al PSOE en la congelación de las pensiones. El Ejecutivo recurrió ayer a un instrumento legal, pero de uso restringido, e impidió que el Congreso votara las enmiendas de siete partidos de la oposición (PP, ERC, IU, ICV, BNG, UPyD y Nafarroa Bai) en contra de la congelación de pensiones. El instrumento es el artículo de la Constitución que permite al Gobierno vetar iniciativas que supongan aumento de gasto o disminución de ingresos. Solo había sido utilizado una vez por anteriores Gobiernos y el actual supera ya los 60 vetos desde 2004.

El uso del veto fue aún más polémico ayer, porque arrancó la Comisión de Presupuestos sin conocer qué enmiendas iba a impedir votar el Gobierno. Los grupos protestaron, pero hubo debate, los portavoces defendieron sus conocidas posiciones sobre los Presupuestos y, a media tarde, poco antes de la votación, llegó el escrito del Gobierno que debería haber sido aprobado por el Consejo de Ministros del pasado viernes.

El letrado de la Comisión envió al Gobierno 300 enmiendas para tener su conformidad y, finalmente, el veto se aplicó a 22.

Desde que en mayo se aprobó el decreto que incluía la congelación de pensiones se han aprobado media docena de proposiciones no de ley de todos los grupos en contra. Y desde entonces votaron en contra del Gobierno en todas esas ocasiones PNV y Coalición Canaria, ahora socios parlamentarios tras haber firmado un pacto de estabilidad.

Luego, diferentes grupos han querido llevar esa mayoría a proposiciones de ley, es decir, con carácter vinculante, y se han tropezado con el veto del Ejecutivo. Como ocurrió ayer.

PNV y CC garantizaron al Gobierno una tramitación plácida de los Presupuestos, la más plácida desde 2004. Votaron a favor en el debate de totalidad y ayer en Comisión lo hicieron durante todo el día. Con sus votos el PSOE tenía garantizado rechazar las enmiendas contra la congelación de pensiones, pero nacionalistas vascos y canarios tendrían que asumir el coste político de esa medida y de dar marcha atrás a lo que habían votado antes. Por eso, el Gobierno se adelantó a esa posible votación con su veto.

El PP montó un gran escándalo y sus portavoces, Cristóbal Montoro y Vicente Martínez Pujalte, hablaron de "violentar las reglas elementales de nuestra democracia" y de "tropelía contra los derechos de los diputados". Según dijeron, al presentarse tras iniciarse el debate se abre un precedente según el cual el Gobierno podrá vetar in voce mientras un parlamentario presenta una iniciativa.

Explicaron que sus enmiendas llevaban contrapartida para compensar el aumento de gasto y aseguraron que el año pasado se vetó la subida del IVA, es decir, la disminución de ingresos, mientras que este año esas enmiendas sí se han aceptado.

El PSOE, por su parte, asegura que el veto del Gobierno está fundamentado y, según su portavoz, Francisco Fernández Marugán, es perfectamente legal. De hecho, esgrimió un informe oral del letrado de la Comisión.

El PP recurrirá a la Mesa y anticipa que terminará por llevar el asunto al Tribunal Constitucional.

En el trámite de Comisión, el PSOE pactó enmiendas con todos los grupos salvo PP, UPyD y UPN. Las enmiendas pactadas suponen 60 millones de euros. De CiU y BNG son 20 millones de cada uno; 10 de ERC y cinco de ICV y de Izquierda Unida.

- Prerrogativa legal de uso restringido.

"Toda proposición o enmienda que suponga aumento de los créditos o disminución de los ingresos presupuestarios requerirá la conformidad del Gobierno para su tramitación". El artículo 134.6 de la Constitución faculta de esta forma al Gobierno a vetar las iniciativas que tengan coste.

Los Gobiernos de Felipe González sólo utilizaron esa prerrogativa en una ocasión, pero se produjo tal escándalo parlamentario, con plante incluido de la oposición, que finalmente retiró el veto.

Los Gobiernos de José María Aznar nunca la utilizaron en ocho años. En cambio, con José Luis Rodríguez Zapatero ha sido utilizada en más de sesenta ocasiones. Hace dos años se utilizó para vetar enmiendas a los Presupuestos, el año pasado para impedir que se votaran las del PP contra la subida del IVA que había entrado en vigor meses antes, y ayer fue usada para impedir la votación de 22 enmiendas de distintos grupos parlamentarios. La principal es la que hace referencia a la congelación de pensiones, pero hay también vetos a enmiendas sobre tributos de las comunidades autónomas. Además, en los últimos meses el Gobierno ha vetado proposiciones de ley de PP, CiU y ERC contra la congelación y que tenían posibilidad de prosperar porque sólo el PSOE se oponía.

El PSOE cree que Obama y Zapatero tienen tiempo para recuperarse

Manuel Sánchez, Marisa Cruz, Carmen Remírez de Ganuza (El Mundo)

Tema: Estados Unidos

El PP se niega a compararlos pero dice que aquí «va a pasar lo mismo» en mayo.

El paralelismo entre el resultado electoral que cosechó ayer Barack Obama en las elecciones norteamericanas y el horizonte electoral que se avecina para José Luis Rodríguez Zapatero -según todas las encuestas- no se pudo evitar ayer en círculos políticos, aunque todos los dirigentes consultados consideran que hay más diferencias que similitudes.

Así lo cree la secretaria de Relaciones Internacionales del PSOE y portavoz en la Comisión de Exteriores del Congreso, Elena Valenciano, quien afirmó a EL MUNDO que «no hay paralelismo alguno». «Primero, porque es un comportamiento habitual del electorado estadounidense castigar en las elecciones intermedias al Gobierno que votó dos años antes. Les pasó a Clinton y a Bush. Y segundo, porque Obama generó unas grandes expectativas que todavía no se han visto reflejadas por falta de tiempo», afirmó.

En su opinión, no puede extrapolarse este resultado a lo que ocurra el 22 de mayo en España. «En las municipales y autonómicas, el PP ganará en algunos sitios y nosotros en otros, pero no son de ámbito estatal». La única similitud que observa Valenciano y que comparte gran parte del PSOE es que creen que, tanto Obama como Zapatero, tienen posibilidad de dar la vuelta a la situación actual: «Ambos presidentes tienen perfecta capacidad de recuperarse y ganar las próximas elecciones de ámbito general», argumenta.

De la misma opinión es el Gobierno, que cree que Obama ha pagado los platos rotos de una crisis que le vino heredada, pero que puede dar la vuelta a estos resultados en el tiempo que le resta hasta los comicios de 2012.

Así, la ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, tras mostrar su respeto a la decisión del pueblo norteamericano, afirmó que «éste no era el resultado esperado por Obama, pero tampoco es tan malo porque mantiene el Senado. Ahora tendrá que desplegar toda su capacidad política para dialogar con las dos cámaras».

La ministra aseguró estar convencida de que «el presidente de EEUU tiene la suficiente capacidad para llegar a acuerdos con sus rivales republicanos» y, además, «poder sacar adelante sus proyectos legislativos».

Si el PSOE se resiste a la comparación entre Obama y Zapatero en estas horas bajas, la dirección del PP se «niega» por completo. Al menos, eso es lo que declara su vicesecretario de Comunicación, Esteban González Pons, pese a lo cual, no duda en extraer la lectura más favorable a su partido sobre lo que puede ocurrir en las elecciones de mayo: «A Zapatero le va a pasar lo mismo que a Obama y por las mismas razones: demasiado paro y demasiada publicidad».

Dicho esto, lo cierto es que la dirección del PP se alinea con Obama, y que sólo el ala más liberal del partido, representada por la presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre, y por FAES -la fundación presidida por José María Aznar- han aplaudido, casi como un triunfo propio, la victoria republicana.

Según declaró Aguirre, los resultados demuestran que Obama «ha equivocado su política de medio a medio». «Estoy convencida», declaró a este diario, «de que la magnitud del rechazo será beneficiosa para los Estados Unidos y, de rebote, para todos los países libres del mundo. Y eso, porque Obama tendrá que rectificar radicalmente y tendrá que abandonar sus políticas de gasto público, de intervencionismo creciente y de distanciamiento de los ciudadanos, si no quiere desaparecer políticamente. El hechizo de Obama se ha acabado y, una vez más, los americanos han dado una lección de madurez política envidiable».

Por su parte, el secretario general de FAES y número dos de Aznar, Jaime García-Legaz, puso pocos reparos en trasladar la derrota de Obama a la política española y hasta a su propio partido: «Ha sido un insoportable baño de realismo para el PSOE y para algunos acomplejados del PP», dijo.

En su opinión, los socialistas se equivocaron al pensar que «la sociedad americana se había transformado y renunciado a la libertad del individuo y de mercado», y también los que en su partido «idolatraron a Obama como redentor mundial» y ahora van a ver cómo el partido Republicano «toma nota» para el futuro.

Sin embargo, el coordinador de Relaciones Internacionales del PP, Jorge Moragas, no ve tan deteriorada la posición de Obama tras las elecciones legislativas, hasta el punto de coincidir con el PSOE en que «tiene tiempo y poder para recuperarse».

Argumenta que el castigo de las legislativas «no es tan excepcional, porque sólo ha habido dos ocasiones en que no han castigado a las presidencias en su primer mandato: Roosevelt, en los años 30, y Bush, tras el 11-S». En su opinión, «es cierto que Obama tiene ahora apoyos más reducidos, pero el modelo le sigue otorgando muchos poderes». En todo caso, añade, «hay demasiadas asimetrías entre Estados Unidos y España para fijar comparaciones razonables».

Quien sí las hace es el portavoz popular de Exteriores en el Congreso, Gustavo de Arístegui, al afirmar que «Obama en España estaría en el PP, nunca en el PSOE», porque «Zapatero está a la izquierda de la socialdemocracia, que ni existe en Estados Unidos».

- Reacciones desde la izquierda.

Cayo Lara (IU). El coordinador general de Izquierda Unida, Cayo Lara, lamentó ayer que el principio del «sálvese quien pueda», en una sociedad «tan individualista» como la estadounidense «ha calado en una parte importante de esa población», algo que se ha plasmado con el «nuevo partido de extrema derecha» como es el ‘Tea Party’, aunque esté integrado dentro del Partido Republicano.

Joan Ridao (ERC). Por su parte, el portavoz de Esquerra Republicana de Catalunya en el Congreso, Joan Ridao, advirtió de que el ascenso del ‘Tea Party’ en las elecciones de Estados Unidos es «la demostración más palpable de que en época de crisis, el populismo consigue réditos» allí y también en España. Según Ridao, el «exceso de expectativas ha creado frustración».

Obama: "Ha sido una paliza"


Tema: Estados Unidos

Balance de las elecciones legislativas de EEUU.

Tiende la mano a los republicanos, cuyos líderes empezaron ya ayer a poner duras condiciones.

El mandatario reconoce el voto de castigo, que atribuye a la frustración por la crisis económica.

Los resultados de las elecciones legislativas del martes en Estados Unidos solo pueden definirse, como hizo ayer el presidente, Barack Obama, como «paliza», para él y para su partido. Los demócratas han sido empujados a los márgenes de la minoría en la Cámara baja, una mayoría pírrica (aunque simbólicamente importante) en el Senado y la oposición en muchos Gobiernos estatales.

En el fondo, lo que se sometía a examen era a un presidente que llegó a la Casa Blanca promoviendo un mensaje de cambio e impulsando una ambiciosa agenda de reformas. Y aunque Obama ha sacado lecciones de ese referendo («tengo que hacer un mejor trabajo», dijo ayer), dejó claro que los comicios, aun siendo «una cura de humildad», no alteran el núcleo de su presidencia: su apuesta por un esfuerzo progresista. «Los avances siempre han llegado lenta y dolorosamente», reflexionó.

El empeño en transformaciones y mejoras a largo plazo es siempre complicado en la política, sometida a los rigores del corto plazo, de los resultados inmediatos y de la siguiente campaña electoral siempre a la vista. Y reconocía el problema ayer Obama en su primera rueda de prensa tras los comicios. «La gente está profundamente frustrada con el ritmo de nuestra recuperación económica. Quieren que el empleo regrese más rápido. Quieren que sus salarios den para más. Hemos logrado avances, pero claramente demasiados estadounidenses no los han sentido, y eso es lo que nos dijeron ayer».

- Situación de emergencia.

Asumía el presidente la frustración, sobre todo con la situación económica, que a pie de urna confesaban los electores, pero justificaba actuaciones (nacidas antes de su mandato) como el rescate que salvó a Wall Street o a la industria automovilística. «Entiendo que la gente empezó a sentir que el Gobierno se estaba entrometiendo mucho más en sus vidas que a lo que estaban acostumbrados, pero la razón es que era una situación de emergencia», dijo.

En materia de recuperación económica admitió «la responsabilidad por no haber logrado todos los avances que se debían lograr». Reconoció que como presidente será juzgado «por los resultados». Pero incluso renovando el compromiso con la meta compartida con los republicanos de recortar gasto, déficit y deuda, se negó a plantear recortes en terrenos como educación o investigación que resten competitividad a EEUU. Se negó, además, a criticar los esfuerzos que ha hecho hasta ahora como la reforma del sistema sanitario o del financiero o la aprobación de un paquete de estímulo de más de 550.000 millones de dólares.

Su desconexión con los sentimientos de la ciudadanía (así como la movilización de más votantes conservadores y la fuga de bloques de votantes clave como los independientes y las mujeres) alentó la rabia que el martes dio alas a un voto de castigo y al regreso al poder de los republicanos con una fuerza que, en la Cámara baja, no experimentaban desde 1948. Entonces los conservadores arrancaron a los demócratas 78 escaños. Esta vez, la victoria no llegó a tanto, pero sí superó los 54 ganados en 1994. Como mínimo sumarán 60 representantes más.

Es esa nueva composición de la Cámara de Representantes (y el descenso de la mayoría demócrata en el Senado) la que plantea ahora a Obama un serio contratiempo. Porque aunque el presidente conserva el derecho a veto, la posibilidad del bloqueo legislativo se hace a cada minuto que pasa más probable.

- Oposición hostil.

Ayer, tanto Obama como el que será nuevo líder republicano en la Cámara baja, John Boenher, y el de la minoría del Senado, Mitch McConnell, hablaban de diálogo, acercamiento, búsqueda de consenso y de terreno común. Pero tras esas palabras, que casi obligatoriamente debían pronunciar, late la realidad de dos enfoques radicalmente diferentes, ya no sobre las necesidades del país, sino de filosofía política.

«Trabajaremos con la Administración cuando actúe de acuerdo a la voluntad del pueblo, pero los confrontaremos cuando no lo hagan», advirtió McConnell, que subido a la ola de conservadurismo y mensaje contra el gran gobierno que lanzaron los ciudadanos (y especialmente el 40% que confesó su apoyó al extremista Tea Party) profundizó en el tono amenazante. «Nuestros amigos al otro lado pueden cambiar ahora y trabajar con nosotros para abordar los temas que son importantes para la gente o los cambios pueden obviamente suceder en el 2012».

En ningún terreno empieza a vislumbrarse el enfrentamiento como en el de la reforma sanitaria, que muchos de los líderes elegidos ayer prometen intentar anular ahora. Y Obama advirtió sobre los riesgos de esa lucha. «Creo que sería malinterpretar estas elecciones si pensamos que lo que los estadounidenses quieren es que pasemos los dos próximos años volviendo a litigar sobre discusiones que ya hemos tenido los dos años pasados».

Tanto Obama como Harry Reid, el líder de la mayoría demócrata en el Senado, han hecho concesiones sobre la posibilidad de hacer pequeños cambios a la legislación, pero no al fondo. Y lo mismo ha dicho el presidente sobre otros temas que quedan pendientes en su lista de objetivos legislativos y que ahora peligran, como la reforma de las leyes energéticas y medioambientales.

Obama demostró ayer que está dispuesto a seguir impulsando sus metas, pese a la nueva situación. Y cuando fue preguntado por la idea de anular en el Congreso la ley del no preguntes no digas que prohíbe alistar abiertamente en el Ejército a homosexuales (posibilidad que prácticamente quedará perdida el 1 de enero cuando inicien sus sesiones las nuevas Cámaras), apuntó a que puede intentar lograrlo de aquí al 31 de diciembre, cuando aún disfrutará de mayoría. Obama ha sido golpeado, pero sigue siendo el presidente.