viernes, 12 de noviembre de 2010

Raúl Castro convoca el congreso del PC para lanzar la apertura económica

Fernando García (La Vanguardia)

Tema: Cuba

Cuba se propone fomentar la iniciativa privada y autorizar la venta de viviendas.

Raúl Castro cree contar con el consenso interno necesario para lanzar sus reformas de apertura y racionalización económica. Así se explica que, con nueve años de retraso y tras varios aplazamientos, ayer convocara el VI congreso del Partido Comunista. Será en la segunda mitad de abril del 2011. La convocatoria se completó con la edición del programa a debatir, de 32 páginas. El plan prevé impulsar la iniciativa privada, atraer nuevas inversiones extranjeras, autorizar la compraventa de viviendas, suprimir la libreta de racionamiento y la doble moneda e implantar una fiscalidad moderna.

Consenso significa equilibrio, en este caso entre la adopción de ciertas dosis de capitalismo –aunque no se le llame así– y la preservación de principios esenciales del socialismo. “La política económica en la nueva etapa”, arranca el Proyecto de lineamientos de la política económica y social, partirá de que “sólo el socialismo es capaz de vencer las dificultades y preservar las conquistas de la revolución. En la actualización del modelo económico primará la planificación y no el mercado”.

La planificación “abarcará no sólo a las empresas estatales y mixtas sino a las formas no estatales que se apliquen” (sociedades privadas, cooperativas y autónomos). Pero, proclamaciones aparte, el documento otorga amplia autonomía a las empresas. Para bien y para mal, pues todas dispondrán de “independencia para aprobar sus plantillas de cargos”, pero también serán plenamente responsables de sus resultados. Aunque sean del Estado, quedarán fuera del presupuesto y ya no recibirán subsidios de pérdidas.

El programa, que antes del congreso se someterá a debate entre la población, afianza las reformas ya emprendidas con la cesión de tierras en usufructo y las nuevas licencias para trabajo por cuenta propia en paralelo con la eliminación de más de un millón de empleos públicos “sobrantes”.

Pero el plan amplía de modo considerable las reformas. A cambio de pagar elevados impuestos y cuotas a la seguridad social que hagan sostenible el sistema, los empresarios contarán con mercados de abastecimiento al por mayora precios adecuados y podrán obtener créditos bancarios, así como hacer rebajas. Eso sí, “no se permitirá la concentración de la propiedad” en el sector privado.

Adiós a la utopía, bienvenida la competitividad. Según el proyecto, “se eliminará el igualitarismo en la distribución de ingresos” y los salarios se adecuarán a la productividad. Lo que se primará es la “igualdad de derechos y oportunidades”. Poco a poco desaparecerán la libreta de abastecimiento y los “subsidios excesivos”, sin desproteger a los débiles. Y las empresas estatales con pérdidas serán “liquidadas”.

Las cooperativas podrán ser “propietarias, arrendatarias o usufructuarias de los medios de producción”: otra vía de estimulación de la economía privada bajo el socialismo. Lo mismo que la “aplicación de fórmulas flexibles para la compra, venta y arriendo de viviendas”, toda una novedad.

Cuba intensificará la atracción de capital extranjero “en actividades de interés”, sobre todo el turismo, e intentará “aumentar la credibilidad mediante el cumplimiento estricto de los compromisos”. Esto implicaría evitar las congelaciones de fondos que han soportado y aún soportan muchos inversores foráneos. El recorte del déficit comercial (del 70%) y la eliminación de la doble moneda cuando la producción lo permita también ayudarían.

Raúl Castro anunció el congreso y su plan económico por sorpresa; entre llamadas a la unidad y durante un discurso ante Hugo Chávez, de visita aquí para renovar los acuerdos bilaterales.

- Otra reunión para decidir el papel de Fidel Castro.

Fidel Castro sigue a sus 84 años (cinco más que Raúl) ocupando el cargo de primer secretario del PC de Cuba. Su continuidad o no en el puesto se decidirá seguramente en la conferencia nacional que el presidente cubano decidió convocar después del congreso, dentro del año 2011, “para tratar otros asuntos de carácter interno que también requieren ser perfeccionados a la luz de la experiencia de estos 50 años”. De este modo, Fidel, a quien su hermano entregó el primer ejemplar de su plan de reformas, podría asistir como jefe del PC al debate económico que centrará el congreso.

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