domingo, 9 de enero de 2011

Israel descubre en su costa dos gigantescos yacimientos de gas. El Estado hebreo podría convertirse en pocos años en exportador de energía

Henrique Cymerman (La Vanguardia)

Tema: Israel
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Israel ya no es sólo la tierra de la leche y la miel. Es también la tierra del gas. En los últimos meses se han descubierto dos gigantescos yacimientos de gas natural a lo largo de su costa, lo que le permitirá un autoabastecimiento energético y un ingreso, en pocos años, al restringido club de los países exportadores de gas.

El Gobierno de Israel define este hecho como el mayor descubrimiento energético de Israel desde su fundación en 1948. Y es que, según los expertos, los yacimientos encontrados podrían alcanzar un valor de más de 71.000 millones de euros.

Se trata de uno de los principales hallazgos de fuentes de energía en el mundo en los últimos diez años. El primer yacimiento, bautizado como Tamar, ya se anunció en el 2009 y está frente a las costas de la ciudad de Haifa.

Recientemente, la compañía israelí Delek Energy, que trabaja conjuntamente con la compañía norteamericana Noble Energy, anunció su mayor proyecto, la exploración de la concentración de gas Levyatan, situada a ochenta millas de la costa mediterránea de Israel. Su tamaño evaluado es de casi el doble de Tamar, y ya se habla del día en el que Israel pueda abastecer de gas a Europa.

“Hemos recibido la más importante noticia energética desde la fundación del país, lo que nos dará ciertamente éxito e impacto significativo en muchos campos en Israel”, declaró el ministro de Infraestructuras Nacionales, Uzi Landau. Y añadió: “Este es un momento importante para el mercado y la economía de Israel. Si actuamos de forma correcta y responsable, estas reservas permitirán que nuestros ciudadanos gocen de una electricidad limpia y económica, y que nuestro país se convierta en un abastecedor de gas para toda la región del Mediterráneo”.

Las acciones de la compañía Noble Energy, que controla un 39,66% del proyecto Levyatan, junto con tres grupos israelíes encabezados por Delek y Ratio Oil, han aumentado de forma drástica. “Levyatan es el mayor descubrimiento de Noble Energy, y fácilmente es el mayor hallazgo de exploración en nuestra historia”, afirma en un comunicado Charles Davidson, presidente del directorio y presidente ejecutivo de la firma estadounidense.

Los israelíes se han lamentado siempre en clave irónica de que Moisés se hubiera equivocado al fijar la tierra prometida en Canaán, y no en Ca... nadá. “No tenemos petróleo como nuestros vecinos, ni poseemos gas, por lo que lo único que nos queda es la masa gris”, se ha comentado siempre. Quizá por eso la alta tecnología se desarrolló en una intensidad sin precedentes en un país con una población similar a la de Catalunya.

Los investigadores estadounidenses Dan Senor y Saul Singer afirman en el libro Start-up nation que Israel tiene más compañías de alta tecnología en el Nasdaq de Wall Street que los 27 países de la Unión Europea juntos. Ahora, este descubrimiento energético plantea un nuevo reto.

Para Brenda Shaffer, catedrática de la Universidad de Haifa, se trata de una inesperada bendición para la economía, especialmente porque –según algunos especialistas– por debajo de los yacimientos de gas situados a una profundidad de cinco kilómetros podrían encontrarse importantes reservas de petróleo. “Todos sueñan con el becerro de oro y es un error –advierte–. Debemos pensar en reducir la contaminación y ordenar nuestras prioridades ya que nuestro sistema de coaliciones hace que se politicen nuestros gastos estatales”.

Pero, más allá de los problemas inmediatos, los israelíes, que en el pasado sufrieron varios boicots energéticos, celebran su inminente independencia. El director general de la compañía israelí Delek, Gideon Tadmor, opina que se trata de “grandes noticias” para el mercado energético israelí, “que pueden tener un impacto tremendo para la economía, con un alcance estratégico para el Estado de Israel”.

- Un ‘pastel’ al alcance de Hizbulah.

Es probable que estos descubrimientos provoquen una reacción en cadena en países vecinos como Chipre, Turquía, Egipto o Líbano, que dedicarán ahora más esfuerzos a buscar gas en sus aguas. Para evitar controversias, Israel y Chipre han firmado recientemente un acuerdo que demarca los límites de las áreas de derechos económicos exclusivos de cada Estado. Ya se anuncia también un gasoducto que comunicará Grecia con Israel. Egipto, que aún vende gas a Israel, pide aclaraciones. Beirut ya amenazó a Jerusalén en agosto pasado de que “no toque sus reservas naturales”. Israel contestó inmediatamente que se limita a buscar gas en su territorio económico, según lo definido en las leyes marítimas internacionales. El ministro Landau declaró en junio que si Líbano intenta interferir en la exploración israelí de gas, su país no dudará en usar la fuerza. Una de las grandes preocupaciones en Israel es que la milicia islamista libanesa de Hizbulah, que recibe apoyo económico y armas de Irán, decida lanzar misiles sobre alguna de las nuevas reservas de gas, provocando un daño enorme. Es posible que Israel instale en el mar, en plataformas, su sistema antimisiles Cúpula de Hierro, que aún está en desarrollo. Las reservas de gas son uno de los motivos por los que el ritmo de desarrollo del nuevo sistema antimisiles es muy intenso.

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