jueves, 4 de noviembre de 2010

Alonso amenaza ahora con el fin del Estado de bienestar si gana Rajoy


Tema: Elecciones

El PSOE sigue explotando la supuesta «agenda oculta» que tiene el PP para cuando llegue al Gobierno. Ayer, su portavoz en el Congreso, José Antonio Alonso, detalló que la Ley de Dependencia correría un «peligro mortal» si Mariano Rajoy llega al Gobierno en 2012 porque tiene el propósito de «desmantelar el Estado de Bienestar» con la excusa de reducir gasto público. Alonso, en declaraciones a la SER, insistió en que Rajoy oculta a los españoles que quiere poner en práctica «las mismas políticas» que el primer ministro británico, el conservador David Cameron, incluida una «fuerte privatización» de la educación y la sanidad públicas. «Se cargaría la Ley de Dependencia sin duda alguna y, además, va a desmontar el Estado del Bienestar y hará que el que tenga dinero pueda pagarse la Sanidad, la Educación y otros servicios esenciales y el que no lo tenga que se aguante, que se fastidie y que arreé con servicios públicos devaluados o, incluso, inexistentes», señaló Alonso.

El portavoz socialista admite que Rodríguez Zapatero sufre un «castigo político durísimo», que se refleja en los malos datos de los sondeos, pero cree que es «el mismo» de otros dirigentes como Barack Obama, Angela Merkel o Nicolás Sarkozy. A diferencia de Rajoy, Zapatero se desgasta por defender unas políticas necesarias en España, mientras que el PP intenta aprovechar la crisis para llegar al Gobierno sin importarle lo que les pase a los españoles.

- «Retroceso neocentralista».

Además del portavoz socialista, el vicepresidente tercero del Gobierno, Manuel Chaves, también alertó contra el «neocentralismo» de los populares. Les acusó de querer dar «marcha atrás» en el proceso democrático promoviendo un «retroceso neocentralista» que pretende «reordenar» el Estado de las Autonomías, algo que sólo puede hacerse reformando la Constitución. A su juicio, el Estado de las Autonomías ha sido «uno de los grandes aciertos» en la historia de España, aunque el PP se sienta «incómodo» en ese marco.

Por su parte, el presidente del PP, Mariano Rajoy, aplacó el entusiasmo que en determinados ámbitos políticos ha despertado la unción de Alfredo Pérez Rubalcaba de un amplio poder gubernamental y, posiblemente, también socialista, puesto que la reciente remodelación del Gobierno ha sido interpretada en clave sucesoria de Zapatero. Rajoy, que sigue su ronda de visitas a Cataluña con motivo de las próximas elecciones autonómicas del 28 de noviembre, cree que Rubalcaba «sirve para muchas cosas», pero «le falta sentido de Estado» para ser el candidato del PSOE en las generales.

Aunque el dirigente popular precisó que la sucesión de Zapatero no le concierne, sí descartó cualquier tipo de temor a que Rubalcaba sea su rival en las urnas. Muy lejos de las opiniones elogiosas sobre el nuevo vicepresidente primero vertidas por algunos dirigentes populares, Rajoy cuestionó la capacidad del número dos del Ejecutivo español para ser presidente durante una entrevista emitida por TV3, en la que, dijo, la prioridad de su partido es buscar una salida a la crisis. En este sentido, lamentó los «datos malos» que vuelven a arrojar los índices de paro e insistió en su receta para reincentivar la economía: reducción de la administración, ayudas a las pequeñas y medianas empresas e invertir en innovación y educación. Precisamente ayer, Rajoy visitó el supercomputador «MareNostrum», situado en el Centro Nacional de Supercomputación de la Universidad Politécnica de Barcelona, un proyecto que impulsó el Gobierno de José María Aznar.

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