miércoles, 17 de noviembre de 2010

El giro a la derecha de Sarkozy abre la carrera por liderar el centro político. Los ex ministros Borloo y Morin se desmarcan de la UMP

Lluís Uría (La Vanguardia)

Tema: Francia

El centro político está agitado. Marginados del nuevo Gobierno de François Fillon, cuya composición les ha dejado únicamente con dos de las treinta carteras a repartir –Justicia y Ciudad, atribuidas a Michel Mercier y Maurice Leroy–, y expulsados del Gabinete dos de sus más conspicuos líderes –Jean-Louis Borloo y Hervé Morin–, los grupos centristas integrados en la denominada “mayoría presidencial” de Nicolas Sarkozy han empezado a mostrar una gran efervescencia, ávidos de repente de disfrutar de su redescubierta libertad y volar por su cuenta fuera del nido.

La apuesta del presidente francés por nombrar un Gobierno de continuidad escorado a la derecha –integrado básicamente por miembros de la vieja y la nueva guardia del partido gubernamental, la UMP, con la vista puesta en las elecciones presidenciales del 2012–, puede acabar teniendo un curioso –y no buscado– desenlace: el posible reagrupamiento de la disgregada familia política centrista cara a presentar un candidato propio al Elíseo.

Los primeros movimientos para desembarazarse de la tutela sarkozista e intentar liderar este proceso –varios son los candidatos a hacerlo– empezaron a producirse ayer mismo, menos de veinticuatro horas después de la remodelación del Gobierno.

Jean-Louis Borloo, presidente del Partido Radical –y en tanto que socio fundacional, vicepresidente de la UMP–, se ha colocado por voluntad propia en la pole position de esta particular carrera. Decepcionado por no haber sido nombrado primer ministro –en contra de lo que Sarkozy le había dado a entender–, ultrajado por los ataques que ha recibido a manos de Fillon y otros barones de la UMP, el ex ministro de Ecología, Energía y Transportes decidió el domingo abandonar el Gobierno, pese a los desesperados intentos del presidente francés de retenerle. “Prefiero recuperar mi libertad de proposición y de palabra al servicio de mis valores”, declaró, mientras sus colaboradores apuntaban a una posible dimisión de la vicepresidencia del partido hegemónico.

Anoche, Borloo reunió en la Asamblea Nacional a sus partidarios para abordar un proyecto que acaricia desde hace un tiempo: la constitución de una confederación de grupos centristas, a la que podrían sumarse la Izquierda Moderna del ex socialista Jean-Marie Bockel y la Alianza Centrista de Jean Arthuis. La cita ya estaba prevista, pero los últimos acontecimientos le confirieron un significado especial.

Enfrente, Borloo tendrá al ex ministro de Defensa, Hervé Morin, líder del Nuevo Centro –aliado de la UMP pero desde fuera–, que le disputa el liderazgo del centroderecha. Morin ha tenido declaraciones muy duras para el nuevo Gobierno del que ha sido despedido –que calificó de “equipo de campaña de la UMP”– y dio a entender que no descarta concurrir en las presidenciales.

François Bayrou, presidente del Movimiento Demócrata (Mo-Dem) –heredero de la histórica UDF–, observa con interés todos estos movimientos. Líder natural del espacio centrista después de haber obtenido más del 18% de los votos en las presidenciales del 2007 con un discurso equidistante, Bayrou ha acabado sin embargo lastrado por su acendrado antisarkozismo. Ayer llamó a los diversos grupos centristas, “que acaban de constatar cruelmente su insignificancia”, a reagruparse. Detrás suyo, naturalmente...

La carrera por el liderazgo centrista va a ser tan disputada como la de la fórmula 1 en Abu Dabi. Con un cuarto piloto al acecho: el ex primer ministro Dominique de Villepin, más decidido que nunca a vengarse de Sarkozy.

- La irresistible ascensión de un aspirante a heredero. Copé toma el mando de la UMP

François Fillon es el ganador de la remodelación del Gobierno francés. Pero su victoria ha sido incompleta. El primer ministro fracasó en su intento de evitar que el jefe de filas de la UMP en la Asamblea Nacional, Jean-François Copé, su mayor rival potencial, tomara las riendas del partido. Mañana, Copé será elegido nuevo secretario general de la UMP, un cargo clave en su declarada ambición de postularse como candidato al Elíseo en 2017... una vez retirado Nicolas Sarkozy. El presidente francés, alentado por Fillon, intentó convencer a Copé de entrar en el Gobierno con un gran ministerio para alejarlo del partido. Pero el carismático jefe del grupo parlamentario, que ha mantenido una calculada dosis de libertad respecto al Elíseo, declinó la oferta. Sarkozy se avino finalmente a entregarle las llaves de la UMP –¿para hacer contrapeso a Fillon?–, a condición de hacer tándem con su fiel Brice Hortefeux, vicepresidente del partido. Copé no hace sino seguir los pasos de Sarkozy, que se aseguró la candidatura al Elíseo en 2007 tomando el control de la UMP en 2004.

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