martes, 16 de noviembre de 2010

Víctimas del desarrollo. El Gobierno indio planea reubicar cinco pueblos para construir la mayor central nuclear del mundo

Mar Juncàs (El Periódico de Catalunya)

Tema: India

Las autoridades quieren que la electricidad llegue a todo el país en el 2032.

El paraje es idílico. Una vasta llanura de un verde eléctrico hipnotizador se extiende hacia el horizonte, por un lado, y hasta el mar Arábigo, por otro. Niños y niñas con trenzas, vestidos con uniformes impolutos, vuelven de la escuela a sus casas de adobe caminando entre los prados, donde los animales de pastura adornan el resto de esta imagen de postal.

Pero estas casi 1.000 hectáreas de belleza abrumadora en Jaitapur, en la costa oriental de la India, están amenazadas por un plan oficial que las cambiará por completo y para siempre: la construcción de la planta de energía nuclear civil más grande del mundo.

Para este ambicioso proyecto, el Gobierno indio planea expropiar terrenos a, al menos, unas 2.300 personas. Aunque los habitantes no quieren oír hablar ni de desalojos ni de reubicación lejos de su tierra ancestral. «Lucharemos si hace falta por quedarnos en nuestras casas», afirma una de las vecinas del lugar, Sita Narayanam, mientras es aplaudida por sus vecinas. El comienzo de las obras para la gigantesca planta está aún pendiente de la firma de un acuerdo final con Francia, el país que proveerá los reactores a la India, y eso podría ocurrir a finales de este año. Así, la central de Jaitapur estaría terminada en 2015. Para entonces, si el proyecto se realiza como está previsto, habrá obligado a reubicar cinco pueblos enteros.

El estudio medioambiental realizado por encargo del Gobierno sobre esta central ha sido criticado por algunos activistas por no detallar ni las medidas de seguridad, ni la problemática de la polución, ni cómo afectará a la pesca o la pastura, ni cómo se solucionará el desplazamiento de los poblados. «La construcción de esta planta en uno de los parajes más bellos del país será una ruina para su economía, el medio ambiente y los expropiados y vecinos», alerta el doctor S. P. Udayakumar, activista del Movimiento de la Alianza Nacional Antinuclear.

Para el activista, es un error que «el Gobierno invierta en plantas nucleares, pues tienen una vida de 40 años, mientras que los elementos radiactivos emitirán radiaciones durante cientos de miles de años».

- 19 reactores funcionando.

La de Jaitapur no es la única planta nuclear controvertida en la India, un país que tiene 19 reactores en funcionamiento. Como parte de la revolución industrial destinada a llevar electricidad a todo el país para el 2032 hay ocho centrales nucleares en construcción que dejarán a miles de personas sin hogar. En la central de Kalpakkam -construida en 1970 y la segunda más antigua del país-, ya se conocen los efectos que ha ocasionado en el medio ambiente y a desplazados y vecinos.

La construcción de esta planta, a 80 kilómetros al sur de la capital de Tamil Nadú, obligó a expropiar el terreno de tres poblados. Un total de 4.000 vecinos fueron realojados: algunos cerca de la costa, donde tienen su principal actividad económica, pero otros tierra adentro, lo que les ha ocasionado incalculables pérdidas.

- Problemas de salud.

En el pueblo de Kokkilamedu, el más próximo a las instalaciones nucleares, empiezan a hacer mella sus 40 años de actividad. «Los vecinos más mayores tienen problemas cutáneos, aunque su falta de educación no les permite entender qué les pasa y ni tan siquiera acuden al médico», explica Saran, uno de los pocos residentes del lugar que ha accedido a la universidad. Para este vecino, los problemas derivan de los residuos radiactivos y de los millones de metros cúbicos de agua caliente vertida al mar.

«El pueblo está tan cerca de la central que los pescadores tienen que ir cada vez más lejos, ya que a los peces, cerca de la orilla, se les cae la piel a tiras», explica Saran, a donde se alza la pared de cemento que separa la «zona de acceso restringido» y el poblado.

La India es el sexto consumidor de energía del mundo, aunque solo el 44% de los hogares rurales tienen acceso a electricidad. Por otro lado, el boom económico no da tregua, y la demanda de energía crece a un ritmo del 3,6% al año. Para cubrir esta necesidad, el Gobierno indio emprendió una carrera nuclear que se inició con un pacto de cooperación con EEUU en el 2008. Desde entonces, el país ha firmado otros acuerdos para recibir tecnología y combustible para producir y exportar energía nuclear con Rusia, Francia, Reino Unido, Argentina, Angola, Kazajstán, Namibia, Mongolia y Canadá.

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