martes, 9 de noviembre de 2010

La disidencia saca el cronómetro. Las Damas de Blanco acusan a Raúl Castro de engaño si para esta mañana no ha liberado a los 13 presos restantes

Fernando García (La Vanguardia)

Tema: Cuba

A las seis de esta madrugada, medianoche en Cuba, se cumplía en rigor el plazo de “tres o cuatro meses” que Raúl Castro se dio el 7 de julio ante el cardenal Jaime Ortega para excarcelar a los 52 detenidos en la primavera del 2003 que, de los 75 iniciales, seguían entonces en la cárcel. Trece de esos reclusos, de los que 10 rechazan la propuesta gubernamental de salir del país, seguían en prisión anoche. Las Damas de Blanco –familiares de los convictos– y otros disidentes partidarios de un estricto control de los tiempos, sacaron el cronómetro para advertir de nuevas protestas si al final del día no se habían anunciado las liberaciones.

La portavoz de las Damas, Laura Pollán, fue categórica cuando, antes de que el grupo iniciara su marcha de todos los domingos tras asistir a misa, entró en la hipótesis de un “incumplimiento del plazo” que a su juicio expiraba anoche. “De no cumplirlo –afirmó–, no sólo nos van a engañar a nosotras, a los presos o al pueblo; estarán engañando y jugando con la Iglesia, con el Gobierno de España, la Unión Europea y toda la comunidad internacional”. Sería una forma, añadió, de “demostrar que no tienen palabra”. En ese caso, las Damas de Blanco no se quedarían “de brazos cruzados”, lo que significa que emprenderían alguna protesta pública aún no especificada.

También el opositor Guillermo Fariñas, galardonado con el premio Sajarov tras una huelga de hambre de 135 días, declaró hace días que Castro “estaría incumpliendo a partir del día 8” si no libera a los 13 disidentes aún en la cárcel. “Si ha caminado hasta aquí, no veo motivo para que no los libere: ganaría mucho”, afirmó. Esta tesis sobre una victoria política del Ejecutivo con las excarcelaciones es igualmente la del portavoz de la Comisión Cubana por los Derechos Humanos, Elizardo Sánchez. No en sentido favorable: “El gran ganador en toda esta operación es el régimen: se libera del lastre de los presos y mejora su imagen mientras sigue en pie su forma totalitaria”, dijo.

Otra disidente que esgrimió el minutero fue la bloguera Yoani Sánchez: “Todo cuelga de que a lo largo de este domingo un militar endurecido tome el teléfono y haga unas llamadas”, escribió.

Algunos otros opositores mantienen posiciones más matizadas. El economista Óscar Espinosa, unos de los 75 que salieron de la cárcel hace años por motivos de salud, recordó que hace unos días las autoridades les ofrecieron a él y otros en su misma situación la posibilidad de salir de la isla. “Dijimos que no y seguimos aquí”, lo que reafirmaría la extendida percepción de que los 13 presos pendientes de excarcelar saldrán aunque la mayoría insistan en permanecer en el país: “Al final los liberarán”. Esa es, asimismo, la convicción de la Iglesia y del Gobierno español al margen de que el plazo se sobrepase si se cuenta con el crono en la mano.

Raúl Castro ha ordenado hasta ahora la liberación de 39 presos políticos de la primavera negra que, aunque en algunos casos denunciaron a posteriori un “destierro”, habían aceptado trasladarse a España. Pero el goteo de excarcelaciones ha incluido además a 14 reclusos ajenos a la redada del 2003 y condenados por actos violentos. La mayoría figuran en la polémica lista de “presos por motivos políticos” elaborada por la comisión de Elizardo Sánchez.

Esos indultos complementarios causan desconcierto incluso a la Iglesia. “Parece raro”, señaló al respecto el párroco del templo al que cada domingo acuden las Damas de Blanco, José Félix Pérez. El sacerdote opinó que “lo deseable y lo propio jurídicamente sería que salgan todos los encarcelados en la causa del 2003”.

El debate no terminaría de todos modos por el hecho de que los 13 reclusos en cuestión quedaran libres. Laura Pollán aseguró que el colectivo seguirá con sus marchas hasta que “todos los presos políticos” estén en la calle. Pero ¿cuántos quedan? No supo responder. Hay muchas listas, tal vez demasiadas, y las cuentas nunca cuadran. Por mucho que Amnistía Internacional vaya a dar por concluido el proceso cuando se ordenen las 13 liberaciones, los disidentes siguen sin ponerse de acuerdo en el controvertido recuento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario