sábado, 20 de noviembre de 2010

Alemania refuerza su papel de gendarme fiscal europeo. Merkel considera que la eurozona “no está en peligro”

Rafael Poch (La Vanguardia)

Tema: Alemania

Alemania no abandonará la Europa del euro. Pero a cambio impondrá su política. La canciller Merkel lanzó ayer un mensaje de tranquilidad a Europa en respuesta a la alarmante afirmación del día anterior del presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy. “No creo que la eurozona esté en peligro, pero es verdad que tenemos turbulencias y situaciones con las que no habríamos ni soñado hace año y medio” dijo Merkel. La canciller añadió que ya hay “una mejor coordinación y los países débiles deben fortalecer su competitividad”. Pero ya “se están haciendo esfuerzos en Grecia, España y Portugal” declaró.

La de ayer no fue la más sonada. El lunes, en su discurso ante el congreso de la CDU celebrado en Karlsruhe, la canciller afirmó sin inmutarse que Grecia nunca debería haber entrado en el euro. La discusión sobre si un país está o no calificado para ingresar en la Unión Europea o en el euro es habitual y legítima. Lo que nunca se había dado por parte de un líder europeo es poner en cuestión la pertenencia al club de un país que ya es miembro. El mismo lunes, el primer ministro griego, Giorgos Papandreu, acusó en París a Alemania de “crear una espiral de intereses altos para los países endeudados que están en una posición difícil, como Irlanda y Portugal”.

Era su queja por la propuesta de Berlín de que los mercados debían prepararse para asumir los costes de una posible quiebra, algo que hace tambalear los bonos de deuda de esos países. “Es como decirle a alguien: como estás en dificultades, te lo voy a poner aún más difícil”, explicó Papandreu. Se repetía así la situación del rescate griego de primavera.

En Karlsruhe Merkel hizo virtud de aquel defecto, al decir que, “el buen europeo no es siempre el que actúa rápido, sino el que actúa con inteligencia”. Todo su discurso sobre la crisis ante su partido se centró en la idea de que Alemania salga fortalecida de ella. “Hoy Alemania está mejor que los demás países”, dijo, y, “muchos en el mundo se maravillan del nuevo milagro alemán”. Ese milagro, añadió, tiene que ver con un país, “que se levanta pronto y trabaja duro.

La estrategia alemana consiste en lograr superávit de su balanza comercial a costa de los demás. Alemania vende el 60% de sus exportaciones en Europa. Los países en crisis de la zona euro ya le están comprando mucho menos: Grecia un 32% menos, Irlanda un 25%, España un 20% y Portugal un 7,2%, el año pasado. La política de austeridad unilateral aún va a mermar más esa menguante capacidad de compra de productos alemanes.

Alemania se cierra en banda a que la austeridad de los países endeudados vaya acompañada de medidas que estimulen el consumo y el gasto en los países con superávit y sin problema real de deuda, como Alemania, Dinamarca, Finlandia y otros. Eso contribuiría no a incrementar los desequilibrios internos, sino a nivelar la eurozona. Alemania ya ha perdido en Europa el equivalente al 6% del total de sus exportaciones mundiales, pero no le va mal porque de momento esa pérdida se compensa con importantes incrementos de sus exportaciones a China y Estados Unidos, gracias un euro bajo y a que mantiene estancados desde hace años los salarios.

Muchos consideran temeraria esa estrategia para la propia Alemania a largo plazo –entre ellos, el propio FMI–, pues nadie puede dar garantías sobre la salud de esas alternativas, menos aun cuando los interesados comienzan a afirmar su propio proteccionismo, como ocurre con la actual política de dólar barato de Estados Unidos.

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