sábado, 20 de noviembre de 2010

El futuro líder norcoreano empieza a depurar cargos. Kim Jong Un quiere una nueva generación de oficiales fieles

Isidre Ambrós (La Vanguardia)

Tema: Corea del Norte
El traspaso de poder se empieza a percibir en Corea del Norte. El hijo menor de Kim Jong Il y futuro presidente del país, Kim Jong Un, ha iniciado una depuración de altos cargos. Pretende sustituir a los veteranos del régimen para rodearse de una nueva generación de oficiales más próximos y leales.

La inquietud y el miedo a que rueden cabezas entre los funcionarios de alto rango norcoreanos crece a medida que pasan los días en el país más aislado del mundo. Temen que la investigación sobre corrupción que ha lanzado Kim Jong Un, de sólo 27 años, a principios de mes en la región de Musan, en la provincia nororiental de Hamgyong del Norte, se extienda a todo el país.

Por el momento, las indagaciones afectan a una quincena de altos funcionarios que habrían aceptado sobornos a cambio de permitir huir del país a gente implicada en actividades de contrabando, según el diario surcoreano Chosun Ilbo, que cita fuentes norcoreanas.

Esta iniciativa del heredero del Amado Líder, como se denomina a Kim Jong Il, ha creado inquietud entre los veteranos del régimen estalinista norcoreano. Les recuerda las sangrientos depuraciones que llevaron a cabo Kim Il Sung y luego Kim Jong Il cuando accedieron al poder. Tanto uno como otro procedieron a ejecutar a presuntos disidentes con la excusa de que tenían un comportamiento sospechoso y reforzaron así, a través del miedo, su poder omnímodo.

Fuentes de la organización North Korea Intellectual Solidarity (NKIS), integrada por fugitivos norcoreanos instalados en Corea del Sur, señalan que esta campaña anticorrupción se ampliará seguramente a la totalidad del país. “La finalidad no es otra que la de reemplazar a los altos funcionarios veteranos por otros más jóvenes y fieles a Kim Jong Un”, según un representante de NKIS.

Este análisis es compartido por las autoridades surcoreanas. Un funcionario del Ministerio de Unificación apuntaba que “al igual que su padre, Kim Jong Un probablemente tratará de consolidar su control del poder a través de sangrientas purgas en sus primeros días en el cargo”.

En la memoria de los altos funcionarios norcoreanos sigue vivo el recuerdo de la ejecución pública del responsable de Agricultura del partido comunista norcoreano, Seo Kwan Hee, en 1997 durante la hambruna que azotó el país, acusado de ser un espía del imperialismo estadounidense. Y también la más reciente de Pak Nam Gi, el responsable de la fallida reforma monetaria, que fue fusilado el pasado mes de marzo, acusado de intentar destruir la economía nacional.

Por otra parte, el gobierno de Corea del Sur informó ayer que su vecino del norte estaría preparando un tercer ensayo nuclear. Las autoridades de Seúl han detectado una creciente actividad en la zona de pruebas atómicas norcoreanas, según informó ayer la agencia de noticias surcoreana Yonhap.

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