sábado, 18 de septiembre de 2010

Un acto de devoción vazquista

Tema: Creencias
El ex alcalde defiende que el día del Rosario siga como festivo ante centenares de vecinos.

"Suprimir la fiesta del Rosario sería como negar nuestra historia más gloriosa y humillar la memoria de nuestros antepasados", manifestó el ex alcalde Francisco Vázquez en una conferencia en la que quedó claro lo mucho que lo añoran sus más fervientes admiradores.

"¡Vuelve, Paco; te necesitamos!", clamó una de las asistentes a la conferencia en la que el ex alcalde Francisco Vázquez ilustró a los vecinos de la ciudad sobre algunos de los acontecimientos históricos más importantes relacionados con la Virgen del Rosario más coruñesa. La ausencia de asientos libres en el auditorio de la Fundación Barrié y la cara de decepción de los que tuvieron que quedarse fuera revelan, una vez más, la infalibilidad del embajador cada vez que visita la ciudad en la que algunos todavía le llaman alcalde por la calle. Da igual que hable de historia, de literatura o de arte; el diplomático es un ídolo de masas vazquistas que otorga éxito asegurado a los organizadores de cualquier ciclo de conferencias.

Baño de masas sí pero también decepción para los que tuvieron que escuchar su alocución con dificultades por el lugar que les tocó en suerte . "La próxima vez que venga habrá que habilitar el Palacio de los Deportes o el Coliseum, porque si no, se queda mucha gente fuera", comentó uno de los vecinos que deseaban asistir y que se tuvieron que marchar a casa.

Algunos podían esperar que el ex regidor hiciera uso de su famoso sarcasmo (humor inglés o spleen, lo llama él como militante anglófilo), para desplantar a su sucesor en María Pita y al devenir de la ciudad en manos del enemigo nacionalista, pero, en esta ocasión, posiblemente por respeto a la patrona de la ciudad, únicamente habló sobre religión e historia. Vázquez rememoró gloriosas batallas, explicó diapositivas de templos y pinturas romanas y pronunció frases cargadas de patriotismo; todo con tal de demostrar la importancia de la festividad del Rosario y el error que supondría que la fecha dejara de ser festivo en la ciudad.

"No tendría ningún sentido suprimir la fiesta del Rosario, porque sería como negar el momento más glorioso de nuestra historia y humillar la memoria de nuestros antepasados. Tiene que seguir como está", manifestó Vázquez para mostrar su clara oposición a que el festivo que honra a la virgen que supuestamente ayudó a los coruñeses a evitar que la ciudad cayera en manos del pirata Drake se traslade al día de San Juan, festejo con nombre de santo pero con celebración pagana que no parece agradar del todo a todo un embajador ante la Santa Sede.

El ex alcalde también aprovechó la ocasión para dejar clara su condición de católico y español. Vázquez equiparó la fe al patriotismo a través del recuerdo de los valientes soldados que rezaron el Rosario antes de luchar contra los turcos en la batalla de Lepanto y de los protagonistas de otros muchos combates. "El rezo del Rosario crea una euforia que permite conseguir la victoria. Hay una estrecha vinculación entre patriotismo y fe", comentó el embajador en el Vaticano con gran emoción.

La conferencia de ayer también permitió que los vecinos vieran al Vázquez más romano. El ex alcalde, que tantas veces proclamó las virtudes de A Coruña, prefirió ayer hablar de la emoción que sintió al visitar algunos de los lugares más exclusivos de la ciudad eterna, entre los que se encuentra la sala en la que el Papa felicita todos los años las Pascuas al cuerpo diplomático.

Vázquez arrancó las risas del público al recordar las palabras de un embajador que bromeó con él sobre la satisfacción que siente al ver a su homólogo de Turquía frente a una obra que representa la batalla de Lepanto. "No voy a decir de qué país es, pero hay un embajador que todos los años me dice lo alegre que se pone al ver al embajador turco sentarse bajo un cuadro de la batalla de Lepanto", comentó.

El ex alcalde también mencionó algunas de las iglesias que ha visitado durante su estancia en Roma, alabó las virtudes de las ciudades italianas y, en definitiva, rememoró los buenos momentos de los que ha disfrutado gracias a los privilegios que le reporta su actual cargo. A pesar de todo ello, Vázquez sentenció ya al inicio de su ponencia que no hay ciudad en el mundo en la que se sienta igual de cómodo que en A Coruña. "Cuando comparezco en mi querida ciudad lo hago siempre lleno de emoción", expresó ante un auditorio que sin duda añora su presencia en María Pita.

Aunque la historia y la religión coparon la mayoría de la conferencia, el Vázquez de eficacia oradora tuvo tiempo para ironizar y bromear, consiguiendo que sus fieles no se perdieran entre tantas fechas, obras de arte y batallas sacrosantas. Entre las frases que más sonrisas arrancaron figura el guiño con el que ex alcalde volvió a manifestarse a favor de la fiesta de los toros. "Cuando yo estudiaba en el colegio, España era conocida como la piel de toro, no sé si ahora lo sigue siendo o si los antitaurinos han vetado esta denominación", apuntó.

Conocieron los asistentes algunas de las aficiones del ex alcalde, que entre citas y fechas históricas se confesó como un gran aficionado a las novelas de terror y a las películas de aventuras.

Pocas anécdotas de su época como alcalde de la ciudad, aunque sí mencionó una curiosa conversación con un descendiente del mismísimo Drake en una cena que presidió como regidor. "Vino un descendiente que era ovejero. No hay quizás profesión que tenga menos que ver con Drake. Nos dijo que lo único que tenía en común con su antepasado era su afición por el ron", dijo con una sonrisa.

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